Qué pensamiento, ¿no?
Tu nombre en la mano de Dios.
Tu nombre en los labios de Dios.
Quizás has visto tu nombre en algunos sitios especiales.
En un premio o en un diploma.
Pero pensar que tu nombre está en la mano de Dios y en los labios de Dios...
Posiblemente nunca has visto que honren tu nombre.
Y no puedes recordar si alguna vez escuchaste que lo mencionaran con delicadeza.
Si es así, puede ser que resulte más difícil creer que Dios conoce tu nombre.
Pero sí lo conoce. Lo tiene escrito en su mano. Lo pronuncia su boca.
Lo susurran sus labios.
Tu nombre.
1 comentario:
Me gusta :D
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