Ha terminado uno de los procesos más lindos que he vivido y solo ha sido por Tu infinita misericordia.
Jesús gracias por permitirme conocer a estos pequeños, por sus sonrísas, por el cariño que entregan, por las ganas de aprender que tienen y por las enseñanzas que me entregaron. Pues con ellos aprendí que no importa las dificultades que tengamos siempre podemos avanzar con la ayuda de una mano amiga.
Con sus distintas personalidades pude comprender lo hermoso que es respetar al otro tal como es y no quererlo cambiar a mi manera, pues Tu nos creastes únicos.
Gracias Señor porque a través de ellos me entregaste una dimensión distinta de Tu amor.
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