martes, 27 de enero de 2009

Correr hacia Ti

Muchas veces corrí, corrí y corrí disfrutando de la libertad.
También lo hice como una niña que quiere explorar.
A veces simplemente corría sin saber el por qué.

He corrido intentando escapar, escapar de todo y de todos, sin embargo Tú me has demostrado que es imposible hacerlo, incluso intenté escapar de Ti, pero Toda Tu creación me decía qué estabas aquí, bien junto a mí. Me lo dijo el trigo cuando bailaba junto al viento y me enseñaba lo bello de Mariañin. Un Alamó me me enseñó de Tu misericordia cuando me cobijó del sol bajo sus hojas. Me lo dicen esos niños hermosos del sur de Chile que con sus manos gorditas acarician mis mejillas y me abrazan fuerte. Me lo dice mi hermanita chica (Dany) que con cada una de sus cartitas inunda mi corazón de felicidad.

Una vez corrí escapando del amor... y lo estaba logrando, no quería, me reusé bastante tiempo, pero él me alcanzó, fue hermoso, pero dolió y sigue doliendo. Hace poco comencé a correr para dejar de amar... y me cansé, mi carrera fue inútil... Hoy sigo corriendo, pero en otra dirección, ahora mi meta es otra, ya no quiero correr para amar o dejar de amar, ni para escapar... mi corazón desea correr hacia Tus brazos, alcanzarte y no soltarte, porque solo en ese lugar, solo junto a Ti me siento y estoy completa. Tú eres el óxigeno que me hace vivir. Tú eres el motor que me hace correr. Tú tienes el control de mi vida y lo que me hagas vivir, incluso las lágrimas, me harán crecer y será bueno en gran manera, porque la buena voluntad de Dios es AGRADABLE Y PERFECTA.

TE AMO JESÚS.