miércoles, 17 de agosto de 2011

Somos excelentes ¿en todo?



Deuteronomio 28:13  
"Te pondrá Jehová por cabeza,  y no por cola;  y estarás encima solamente,  y no estarás debajo,  si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios,  que yo te ordeno hoy,  para que los guardes y cumplas..."

          Siempre he creído que todo lo que hagamos debemos hacerlo como si fuera para Dios, por lo tanto debemos ser excelentes en TODO. Y cuando me refiero a TODO es TODO. Por lo tanto si soy barrendero voy a ser el mejor barrendero... ¿por qué siempre esperamos que alguien nos diga que debemos ser mejores? Creo que se nos olvida muchas veces que cuando Dios nos creó hizo un poema con nosotros, nos formó a Su imagen y semejanza y cuando terminó, vio Dios qué era BUENO, excelente... Entonces, si fuimos diseñados para ser excelentes, ¿por qué actuamos como mediocres? He descubierto que esto se debe mucho a que luchamos con nuestras propias fuerzas, sin permitir que el señorío de Cristo realmente sea gobernando nuestras vidas. Porque en el momento que solo conozco que el Eterno dio a Su único hijo para morir por nuestras vidas, entregándose como un sacrificio vivo, que subió hasta el Padre como olor grato, esto producirá solo un remordimiento; sin embargo cuando además de "conocerlo" lo hago vida, revelándose en mi vida la excelencia y amor de esta entrega, el velo que está en nuestros ojos cae y ya no solo es remordimiento, sino que se transforma en CONVICCIÓN.

       Es importante dejar vivir un evangelio de las cuatro paredes, donde solo somos "excelentes" dentro del templo o cuando alguien nos ve, sino que debemos ser excelentes en todo tiempo. Predicando no solo con palabras sino que también con nuestros actos. Sí en mi trabajo constantemente me llaman la atención por llegar atrasada, no soy excelente. Si no preparo correctamente los exámenes en el liceo y estudio 5 minutos antes de darlos, No soy excelente. Sí me piden caminar la segunda milla, no soy excelente... Nuestro corazón debe vivir la excelencia, todo nuestro ser debe hacerlo, ya que somos la imagen de Cristo en la tierra.

1Corintios 10:31-32 
 "Si,  pues,  coméis o bebéis,  o hacéis otra cosa,  hacedlo todo para la gloria de Dios. No seáis tropiezo ni a judíos,  ni a gentiles,  ni a la iglesia de Dios".

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Jesús, permite que en nuestros corazones sea quitada la vanagloria. No queremos ser nosotros, sino que es nuestro anhelo que seas Tú en cada una de nuestras vidas. Deseamos ser excelentes en TODO, ya que comprendemos que lo que hacemos, para Ti lo hacemos. 
Gracias por permitirnos descubrir en la vida cotidiana la grandeza de Tu amor.

Te amamos Padre Eterno <3    

        


sábado, 13 de agosto de 2011

CONGRESO FORJANDO GENERACIONES

Watch live video from generacionsl on es-es.justin.tv

Congreso Forjando Generaciones en vivo desde Talca.


“Forjando Generaciones”, es un congreso para jóvenes, donde desarrollamos temáticas con respecto a la proyección de generaciones y legado que queremos dejar como hijos de Dios, ampliando la visión sobre el reino del Padre, y comprometiéndose con la realidad actual de nuestra nación y las generaciones venideras.

Este año “La Genética Revolucionaria” busca impartir sobre ellos las herramientas del reino como lo son la adoración y la dirección profética para poder impactar en los distintos ámbitos de la sociedad.

martes, 9 de agosto de 2011

A los que aman a Dios...


Es impresionante descubrir día a día que todo, TODO... está bajo Tu control.
Aunque mis ojos no lo ven, sé que mientras "más grande es la prueba, más grande es la VICTORIA".

Te amo Jesús.

viernes, 5 de agosto de 2011

DIOS TE CONOCE POR NOMBRE

Hoy saliendo del metro una jovencita me regaló un tratado que caló profundamente en mi corazón <3. Y me hizo agradecer nuevamente la misericordia de mi Salvador... solo puedo decir... te amo Jesús.


Qué pensamiento, ¿no?
Tu nombre en la mano de Dios.
Tu nombre en los labios de Dios.
Quizás has visto tu nombre en algunos sitios especiales.
En un premio o en un diploma.
Pero pensar que tu nombre está en la mano de Dios y en los labios de Dios...
Posiblemente nunca has visto que honren tu nombre.
Y no puedes recordar si alguna vez escuchaste que lo mencionaran con delicadeza.
Si es así, puede ser que resulte más difícil creer que Dios conoce tu nombre.
Pero sí lo conoce. Lo tiene escrito en su mano. Lo pronuncia su boca.
Lo susurran sus labios.
Tu nombre.