sábado, 3 de marzo de 2007

Ojos de Águila

Nuestro Amado Dios siempre nos ha alentado a ser como las "Águilas", nos dice que si esperamos en Él tendremos nuevas fuerzas como las águilas, o bien que debemos rejuvenecer como lo hacen ellas, en fin... definitivamente éstas aves poseen características muy especiales, yo en esta ocasión me quedaré con sus ojos.
Las Águilas son las aves que tienen la visión más aguda, de kilómetros logran ver su presa. Cuando envejecen (alrededor de los 50 años) su vista se comienza a nublar y ella debe pasar pon un proceso de rejuvenimiento, este proceso es muy duro, pues se debe sacar las plumas una a una, chocar contra las rocas para que su pico se desprenda y sus garras igual, durante éste proceso comineza a generar un aceite que lubrica sus ojos y poco a poco comienzan a recuperar su visión.
Hay veces que como cristianos nuestra vista se comienza a oscurecer y vemos solo lo que nosotros queremos ver y como lo queremos ver. Llenándonos de prejuicios. Sin recordar que Dios nos insta a "unjir nuestros ojos con colirio para que podamos ver" (Apoc. 3:18) y de esa forma nuestra vista se vuelva a agudizar como la del águila y podamos ver como Dios nos ve.
¿Porque estoy compartiendo este pensamiento? Simplemente porque Dios me volvió a sorpender y a pesar de mí, volvió a cubrirme con su manto de amor. Hace algunos días junto con algunos adoradores Dios nos dijo que debíamos mirar cómo Él lo hace, no con nuestros ojos sino con los de Él, debo confesar que estaba un poco nerviosa y le pedía a Dios que quitara cualquier tipo de prejuicio que pudiera tener con respecto a la persona por la que debía orar. De esa experiencia quiero compartir lo que Dios me mostró de una gran mujer, adoradora y entregada completamente a Dios.
Esto es lo que Dios me permitió ver:
Vi a Karen con unos enormes brazos, al observarlos detenidamente me pude dar cuentas que eran dos grande alas como las de las águilas. Estas alas cubrian con amor a miles de huevos. A cada unos de éstos huevos ella les llamaba por sus nombres (Fabían, Alicia, Benjamín...) y oraba pidiendo la protección de ellos, y esperaba con entusiasmo y alegría el momento en que ellos iban a nacer. Al ver más detenidamente observé que detrás de ella habían muchos niños, era una cantidad enorme que estaban reguardándose en ella. Esos niños eran sus hijos que también ella los había cuidado y orado por cada uno antes de que nacieran.
Esta fue una experiencia muy buena y sobretodo porque Dios nuevamente quebró algunas cosas en mí y me demostró que solo Su amor puede cubrir multitud de faltas, y que no porque nosotros veamos a una persona de una determinada forma Él las ve igual.
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Mientras escribía esto Dios me trajo a la memoria cuando algunos años atrás declaró sobre mi vida que era una "madre de multitudes"... y me dijo impártelo en ella. Así hay que obedecer. Karen decreto e imparto sobre ti el ser madre de multitudes y no solo de niños, sino que también de jóvenes y adultos. Que el amor y la sabiduría de Dios te cumbran y te guíen para que puedas cuidar y enseñar a esos miles de bebés que necesitan del amor de Jesús. Qué Dios te prospere en tu caminar y que cada vez que estes en tu lugar de trabajo (jardín, colegio, otros) tu puedas transmitir ese aliento de Dios, marcándolos para Su Reino.
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Amado Jesús enséñanos a mirar con Tus ojos, a sentir con Tú corazón para de esa forma poder conocer los tremendos potenciales que tenemos a nuestro alrededor, quita de nuestras vidas el "yoísmo" (yo, yo, yo y solamente yo) y danos la capacidad de amar a otros como Tu lo haces.